Por nada estéis afanosos



Filipenses 4:6 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”

Tema: Afanes que producen descuido de la obra de Dios

La palabra afán significa” Deseo intenso y ferviente que mueve a hacer una cosa” y también “Trabajo excesivo, solícito y congojoso”

¿Cómo el afán puede hacernos desviar la atención de lo que realmente es más importante?

Para poder responder esta pregunta, debemos introducirnos en la Palabra de Dios.

En Lucas 10, versículos 38 al 42 dice:

(38) Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. (39) Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. (40) Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. (41) Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. (42) Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Aquí nos habla de las hermanas de Lázaro por cuanto se encontraba en la ciudad de Betania. El hecho de que se refiera en primer lugar a Marta es probable que era la hermana mayor, y que  en ausencia de Lázaro, le correspondía la labor de recibir y atender a los invitados.

La actitud de María al sentarse a los pies de Jesús, es la que los discípulos adoptaban para escuchar la Palabra de Dios.

Lo más probable es que Marta se afanó en los quehaceres del almuerzo ya que dice “¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola?” y por el contrario, María se preocupó de oír a su Maestro.

Estas dos actitudes se refieren a dos obras que se oponen la una de la otra, siendo la primera de orden material y que habría de perecer con el tiempo cuando Marta muriera (le sería quitada), la otra es de orden espiritual y que no perece con la muerte de María (no le será quitada) sino que es eterna… “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” (Mat. 24:35)

¿No será la actitud de Marta la que quita una mayor bendición en los eventos organizados por la Iglesia?

Por ejemplo:

  1. Se invita a diferentes iglesias para que participen en un determinado evento.
  2. La hermandad se prepara para recibir a sus invitados de la mejor forma posible, para ello el recibimiento consistirá en una once comida. 
  3. Se programan diferentes actividades en las que se considera el ornato de los comedores, el tipo de comida, quienes la van a preparar y quienes la van a servir.

¿Pero? ¿No nos habremos olvidado de la mejor parte?... El no dejar de congregarnos para escuchar la Palabra de Dios, y el instar a la oración para que el evento sea de mucha bendición.

El Señor Jesús no le dio mayor importancia a la labor de Marta al decir “sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte”. Cuando estamos en la presencia del Señor lo único que importa es oírle a Él.

Es cierto que Jesús se preocupó del pueblo que estaba varias horas sin comer en un lugar desierto y que multiplicó los cinco panes y dos peces que disponían (Mar 6:34-44). Pero aquella multitud estaba allí por escuchar las Palabras de Jesús que es “la mejor parte”... “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” (Mar 6:34)

El Señor sabe que nuestras necesidades físicas fundamentales consisten en pan y agua. Podemos carecer de abrigo y así subsistir, podemos carecer de comodidades y así subsistir, pero no podemos carecer de pan y agua. 

Pero como el Señor  no viene a buscar una iglesia que se afane en lo terrenal cuya parte termina con la muerte, sino una iglesia espiritual, nos enseña “… No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.” (Lucas 4:4)

Y también aclara diciendo…  “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17)

Es fácil confundirse, ya le pasó al pueblo de Israel, por eso el Apóstol Juan se refiere a las palabras que el Señor Jesús dijo: “… De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.” (Juan 6:26-27)

No debemos de olvidar que la  parte escogida por Marta muere junto con la persona tal como lo explica el apóstol Pablo… “Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios…” (1 Corintios 6:13b.).

Las dos mayores advertencias para el tiempo del fin están relacionadas con el afán. La primera de ellas es la que nos hace mención a los días de Noé y la segunda, a los días de Lot…

“Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.” (Mateo 24:37-39)


 La Biblia nos dice en Génesis 6:5, que la maldad se había multiplicado en la tierra al igual que en nuestros días… “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mateo 24:12). 

Otra de las características del tiempo de Noé era la glotonería y las fiestas de casamiento. Al respecto la Biblia también nos advierte a nosotros… “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.” (Lucas 21:34)

También en los días de Lot, sobrino de Abraham, se repiten estos afanes:

“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; más el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.” (Lucas 17:26-30)

 El agravante de los días de Lot lo encontramos en la conducta sexual extraviada de los habitantes de Sodoma y Gomorra y sus ciudades vecinas que se encontraban influenciadas por su pecado:

“como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.” (Judas 1:7)

La sociedad actual está viviendo días semejantes a los de Sodoma y Gomorra pero con un terrible agravante, por cuanto los legisladores del mundo, apartados de la ley de Dios, se ponen por sobre Dios y legislan permitiendo el casamiento de personas de un mismo género, y no sólo ello, sino que además están permitiendo que legalmente puedan adoptar niños. 

A ellos poco les importa que Dios les destruyera con fuego y azufre, pero sí les importa el voto que les permita ser elegidos como legisladores.

Para los verdaderos hijos de Dios, este tema no se trata sobre lo que opina la ciencia médica o los hombres tenidos por sabios en el mundo; se trata de “FE en la Palabra de Dios”. ¡Creemos o no creemos en lo que Dios dice!, de eso se trata.

En Sodoma la saciedad de pan simbolizando ello la abundancia de bienes, trajo consigo abundancia de ociosidad cuyo fruto fue el pecado:

“He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité.” (Ezequiel 19:49-50)

Este ha sido y siempre será el destino de las grandes civilizaciones, la abundancia de pan, la ociosidad y la soberbia ante Dios, les lleva al fracaso.

Nuestra sociedad actual tiene abundancia de ciencia, pero están destruyendo el clima del planeta, tiene abundancia de pan; pero muchos miles mueren de hambre; tiene abundancia de bienes; pero abunda la ociosidad, la cesantía, y con ello la delincuencia y los vicios; tiene abundancia de conocimiento, pero han dejado a Dios de lado y con ellos los valores éticos y morales convirtiéndonos en una sociedad maldiciente, sin respeto a sus ancianos, etc. 


 En los pueblos cristianos se ha introducido como la levadura que leuda todo el pan, mucho de los afanes del mundo tipificado en la actitud de Marta, y se ve reflejado en el nivel espiritual de la hermandad.

“Y: Si el justo con DIFICULTAD SE SALVA, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?” (1 Pedro 4:18)

Todo esto es señal de que estamos ante el inminente retorno de nuestro Señor Jesucristo por su Iglesia, y debemos, como vírgenes prudentes, encontrarnos preparados para recibirle:

“… Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8“¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando él se manifieste?...”. (Malaquías 3:2)

Conclusión:

Quedémonos con los siguientes versículos que nos ayudarán a tener una actitud correcta ante los ojos de Dios.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” (Filipenses 4:6-9)

¡Gracia y paz en el nombre de nuestro Señor Jesucristo!

Pastor José García.
09 de diciembre de 2011