En un mundo en el que el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado lentamente, y en el que cada día se pierden o desperdician toneladas y toneladas de alimentos comestibles, es fundamental reducir las pérdidas y el desperdicio.
El Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos brinda una oportunidad para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, a fin de restaurar y de lograr sistemas alimentarios con capacidad de resiliencia.
¿Por qué es importante reducir la pérdida de alimentos?
Se estima que se desperdicia el 17 % de la producción total mundial de alimento: 11% en hogares, 5 % en servicios alimentarios y 2 % en la venta al por menor.
Los alimentos que se pierden y desperdician representan el 38 % del uso total de energía en el sistema alimentario mundial.
Fuente: FAO 2014
En México, de acuerdo con el Banco de Alimentos de México (BAMX), un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto, que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria.
Cuando se pierden o desperdician alimentos, todos los recursos que se utilizaron para su producción -como el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital- se desaprovechan. Además, la eliminación de los alimentos perdidos o desperdiciados en vertederos genera emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué podemos hacer?
- Adopta una dieta más saludable y sostenible.
- Compra solo lo que necesitas... también ahorrarás dinero.
- Usa frutas y verduras maduras. Las piezas magulladas o con formas extrañas mantienen su sabor de la misma forma.
- Consume primero los productos antiguos y utiliza contenedores herméticos en el refrigerador para mantener la frescura.
- Conoce la diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y “caducidad”. A veces los alimentos siguen siendo inocuos pasada la fecha de consumo preferente.
- Empieza por lo pequeño. Sirve en casa porciones suficientes, comparte platos en los restaurantes.
- Emplea los alimentos desperdiciados para hacer composta, de esta forma devolverás nutrientes al suelo.
- Apoya a los productores locales, agricultores familiares y pequeñas empresas comprando sus productos.
- Dona los alimentos que de otro modo se desperdiciarían.
Un puente entre la abundancia y la carencia
En muchos países, la donación de alimentos ha surgido como una solución para redirigir los excedentes de alimentos seguros a las manos de quienes más los necesitan, México no es la excepción. En nuestro país, la mayoría de las donaciones de alimentos se realizan a través de bancos de alimentos u otras organizaciones no gubernamentales de beneficencia que recuperan los excedentes de alimentos de los mercados de abasto, las tiendas de autoservicio, los campos agrícolas, las empacadoras y la industria alimentaria en general, y los redirigen a comedores de beneficencia, refugios y despensas comunitarias. Con ello, se atiende a personas de bajos ingresos que padecen inseguridad alimentaria.
En México, la Ley General de Salud (artículo 199 Bis) establece que las instituciones que tengan por objeto recibir la donación de alimentos y el suministro o distribución de los mismos con la finalidad de satisfacer las necesidades de nutrición y alimentación de los sectores más desprotegidos del país, estarán sujetas a control sanitario, además de cumplir con lo establecido en la Ley y demás disposiciones aplicables
En el Estado de México existe la Ley para la Recuperación y Aprovechamiento de Alimentos del Estado de México
