Confusionismo y Confucionismo

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El Arte de Confundir

Este  artículo lo escribimos, para expresar la espiral de explicaciones que la clase política otorga  sobre los Escándalos, y que  más que intentar aclarar su participación y particularmente la verdad de los hechos, no hacen sino enmarañarlos con afirmaciones inconvincentes.

No hemos llegado al punto final. Por el contrario continúan apareciendo nuevos protagonistas, como el senador Jaime Orpis, en el Caso Corpesca, escándalo que,  tememos, aún  carece de  profundidad en la indagatoria.

Lo mismo ocurre en los Casos Caval y Soquimich, en tanto preocupa la situación en  el Servicio de Impuestos Internos, cuyos ex máximos directivos precisaron haber recibido  presiones provenientes desde La Moneda. ¿Hacia qué propósitos se direccionaban esas presiones? No hay claridad al respecto.

El confusionismo a que aludimos en esta columna publicada en el Semanario “Tiempo” el pasado viernes, tiene distintas vertientes como las explicaciones aportadas por el senador Juan Pablo Letelier, quien pretende reducir la resolución de estos  Escándalos al mundo político.

Yo creo que además de las explicaciones insustentables de los políticos, nos tiene confundidos esta postura de parlamentarios, cuya brújula está muy desorientada, probablemente porque insisten en permanecer en una burbuja para refugiarse en una suerte de privilegios que  ya no son admisibles.

Les invito a leer la columna.  

Confusionismo y Confucionismo

 

No nos confundamos: el confusionismo podría ser  remitido al arte de confundir; el Confucionismo es el conjunto de doctrinas que dejó como legado el filósofo chino Confucio.

Por lo tanto, no es sólo cuestión de diferenciación ortográfica. Si alguien pretende crearnos confusión, es que está  usando una estrategia perversa para desorientarnos, despistarnos, engañarnos, enredarnos, turbarnos, desconcertarnos y revolver nuestras ideas, nuestra visión, nuestra percepción en torno a un tema…. ¿Le confundí?

De eso se trata.

Hay una clara intención de impedir llegar a la verdad, a la claridad, a la transparencia.

Por el contrario, el Confucionismo- con “C”-  plantea una doctrina de  vida sustentada en la armonía con la naturaleza,  con el cosmos,  consigo mismo y también con la sociedad, en particular de aquellos que cumplen  cargos públicos.

Esta  reflexión viene al caso, tras escuchar el lunes  pasado las explicaciones entregadas por  el mundo político, frente a la profundidad que están alcanzando las indagatorias en los escándalos que les sacuden y que ya han avanzado a la etapa de las pre-campañas.

Porque  ahora las explicaciones que deben  entregar los políticos  se sitúan  en  la danza de millones que provino desde las empresas al mundo político a través del recaudador GiorgioMartellien esa fase pre-inicial.

Este avance dio curso al arte de la entropía verbal (duda a partir de diversidad de mensajes) por parte de los políticos para explicar lo inexplicable: admitir cómo los futuros candidatos al Parlamento o a La Moneda, ya desde la más tierna edad o incubación como postulantes,incurrían en un abierto compromiso con sus financistas que luego  les requerirán la vuelta de mano. Eso, cuando estos precisen proteger sus intereses frente a amenazantes proyectos de ley.

Es lo que al final del día interesa: si  las pre-campañasfueron las odiosas palomas; actividades con o sin presencia del candidato; si lo hicieron a espalda de éste, ese es puro confusionismo, entropía verbal. Sí interesa saber si quedaron cazados- con “z”- con sus mecenas.

Los mecenas de los magníficos artistas del Renacimiento los cobijaban y financiaban para el goce del arte. Noble finalidad que hasta hoy disfrutamos.

La ciudadanía ya tiene la respuesta sobre cuál es  el interés que los patrocinadores de los políticos- grandes empresas y holdings- tienen tras estas dádivas.

Basta pensar con lógica empresarial: hay que rentabilizar cada peso. Concluya.

La marea indagatoria avanza. En columna anterior anticipamos que ya llegaba a los pies de La Moneda y ahora está arribando a  pre-campañas y a Corpesca, con un segundo legislador implicado, además de la ex diputada Issasi.

Ante tanta evidencia, ¿Para qué practicar el Confusionismo si el  Confucionismo les aportaría mejores ideas sobre el arte de gobernar?Propongo transitar del Maquiavelismo al Confuncionismo.

 

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

Susana Pozo – who has written posts on Agenda Alternativa.


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