Yo observador



En ACT, se promueve el desarrollo del yo como observador de la propia experiencia, sensaciones, pensamientos y emociones.

A efectos prácticos, se realiza la siguiente clasificación del yo:

  1. Yo como concepto: "Soy aquello que pienso, siento, creo que soy"
  2. Yo como proceso: "Soy aquello que hago conforme lo hago: si hago cosas buenas seré alguien bueno en la medida en que lo haga"
  3. Yo como observador-contexto: "Soy aquello que observa lo que pienso, siento, creo o hago. Aquello que hago, pienso, creo o siento no me define"

El sentido de desarrollar el yo como observador-contexto se justifica por el aumento de la flexibilidad a la hora de adquirir nuevos repertorios de conducta, y de disminuir rigidez relacionada con la evitación experiencial.

Si bien la meta en la tradición cognitivo conductual pudiera ser que el cliente tenga un concepto de si mismo estable y positivo, en cualquier caso realista, no es el caso en ACT.

Un enfoque constructivista asume que no hay una manera en que el mundo sea, por tanto tampoco hay una manera en que tú seas, en la medida en que eres parte del mundo que tú mismo observas. No cabe esa manera "realista" de ver el mundo o de ver las cosas, ni de verse a si mismo. De hecho, no sirve de mucho.

En ACT, se fomenta que el cliente elija en cada momento qué o cómo quiere ser, independientemente de sus eventos internos.

Se podría decir que "si no tienes muy claro quién o qué eres, tienes la posibilidad de ser todo aquello que quieras".

Esto no debe confundirse con una actitud nihilista hacia la propia existencia: no niega el ego, simplemente es una herramienta para poner esa percepción del yo al servicio del que observa, y aumentar su flexibilidad a la hora de adaptarse al entorno.


INTERVENCIÓN EN CONSULTA


Es complicado hablar de maneras exclusivas de trabajar este punto en ACT, ya que casi todos los demás elementos promueven de hecho esta percepción.

Cabe advertir que no debe convertirse en un ejercicio intelectual: no se trata de mostrar al cliente que él es "todo aquello que no puede observar", ya que eso, más allá del interés filosófico, no suele ser demasiado práctico.

En este punto, se puede enfocar más haciendo preguntas del tipo:

  • Me dices que eres malo porque te portas mal, ¿si te portases bien serías bueno?
  • ¿Siempre fuiste así?
  • ¿Qué tendría que pasar para que no fueras así?
  • ¿Qué tendría que haber pasado para que fueras diferente?
  • Si tu historia no fuera la que es, ¿serías diferente?, ¿actuarías diferente?
  • ¿Puedes actuar diferente aunque tu historia sea la que es?
  • ¿Cómo sería actuar diferente?
  • ¿Eso te haría diferente?
Se puede animar a realizar actos y preguntar al cliente si es tal y como ha hecho algo: "estás andando hacia el pasillo, ¿podemos decir que eres alguien que anda hacia el pasillo?".

El sentido de trabajar este aspecto del yo es ampliar el repertorio de conducta hacia acciones valoradas, no cambiar realmente la percepción del auto-concepto.


EJERCICIO


Se pide al lector que proponga respuestas a las siguientes intervenciones por parte del cliente:

  • ¡Ya lo entiendo!, no puedo hacer cosas malas porque entonces soy malo, ¿no?
  • Si puedo actuar sin seguir mis emociones o pensamientos, dejo de ser yo mismo.
  • Entonces tengo que pensar que soy bueno para ser bueno, ¿es así?

6 comentarios:

  1. Se pide al lector que proponga respuestas a las siguientes intervenciones por parte del cliente:

    • ¡Ya lo entiendo!, no puedo hacer cosas malas porque entonces soy malo, ¿no?

    Entonces, si hicieras cosas buenas, ¿serías bueno? Y si hicieras siempre cosas malas, y alguna vez hicieras algo malo por necesidad o sin darte cuenta, ¿serías alguien malo? No va a haber alguien o algo que te diga qué es bueno o es malo y por consiguiente, que tú u otro lo sea. Aquí nadie está para juzgarnos, ni nosotros mismos, porque no existe ni existirá nada que diga que algo es bueno o malo, siempre, en todos los casos y circunstancias.

    • Si puedo actuar sin seguir mis emociones o pensamientos, dejo de ser yo mismo.

    Si un día hicieras algo que no tienes pensado hacer, ¿no serías tú mismo el que lo está haciendo? Entonces… ¿dices que piensas y sientes continuamente todo lo que haces? Serías el único en todo el mundo; es más, no serías humano si así fuera.

    • Entonces tengo que pensar que soy bueno para ser bueno, ¿es así?

    No vamos a pensar para hacer. Vamos a hacer, a pensar de lo que pensemos. Si es bueno para ti y según lo que crees que le da sentido a tú vida, adelante, hazlo. Pero no lo juzgues, obsérvalo y acéptalo tal cual es, sin clasificarlo. Clasificar el mundo en bueno o malo no te va a reportar nada. Tu propia persona sabe lo que es bueno o malo para ti mismo. ¿Juzgarías a un león por comerse a una inofensiva gacela? La naturaleza es tal cual es. No nos toca a nosotros juzgar lo bueno o lo malo.

    ResponderEliminar
  2. Se pide al lector que proponga respuestas a las siguientes intervenciones por parte del cliente:
    • ¡Ya lo entiendo!, no puedo hacer cosas malas porque entonces soy malo, ¿no?
    No lo sé, ¿eso crees? ¿Lo que hagas en un momento dado cambia lo que eres? Por ponerte un ejemplo, si un día estás cansado y decides tomártelo para relajarte, dejando de lado tus tareas habituales, ¿te convierte eso en un vago? ¿Crees que, por ejemplo, una persona que normalmente hace cosas por los demás se convierte en un egoísta si un día se niega por lo que sea a hacerle un favor a alguien?
    • Si puedo actuar sin seguir mis emociones o pensamientos, dejo de ser yo mismo.
    ¿Eso es lo que piensas? Está bien, haremos algo. Intenta recordar: ¿en algún momento de tu vida has hecho algo aunque no te apeteciese? ¿O has dejado de hacer algo a pesar de morirte de ganas de hacerlo? ¿Has dejado por ello de ser tú? Te propongo algo: piensa en ti como una caja, y en tus pensamientos y sentimientos como las cosas que guardas en esa caja. Bien. Ahora imagina que vaciamos esa caja. O que quitamos todas las cosas que hay y las sustituimos por otras distintas. ¿Dejaría esa caja de ser lo que es? ¿Crees que lo mismo podría aplicarse a ti y a lo que piensas y sientes?
    • Entonces tengo que pensar que soy bueno para ser bueno, ¿es así?
    Dímelo tú. Piensa en la persona más buena y virtuosa que conozcas. ¿La tienes? Perfecto. Ahora, pregúntate: ¿crees que esa persona piensa constantemente que es buena, o por el contrario tendrá tentaciones, emociones feas y malos pensamientos, como todo ser humano? ¿Qué crees que marca la diferencia en esta persona, lo que piensa o siente, o las cosas que hace?

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. a) ¡Ya lo entiendo!, no puedo hacer cosas malas porque entonces soy malo, ¿no?
    - ¿Sí? ¿Entonces lo que tú seas siempre dependerá de lo que hagas? Es decir, si haces deporte serás un deportista, una persona con un estilo de vida saludable. Entonces, ¿cuándo comas de forma no tan sana ya dejarás de ser esa persona saludable? ¿Qué pasará con tu identidad cuando hagas varias cosas diferentes, cambiará de igual forma?

    b) Si puedo actuar sin seguir mis emociones o pensamientos, dejo de ser yo mismo.
    - Entonces, la botella de agua que ve usted sobre la mesa, si le saco el agua que contiene deja de ser una botella de agua de la misma forma que usted, sin atender a aquello que ocurre en su interior deja de ser usted mismo, ¿no es así?

    c) Entonces tengo que pensar que soy bueno para ser bueno, ¿es así?
    - Y si en algún momento piensa algo malo, ¿deja ya usted de ser bueno? Entonces, cada vez que le surja un nuevo pensamiento, ¿pasará a ser aquello que piense que es? Si es así, ¿hay algo que sea constante en usted, o dependerá siempre de aquello que suceda en su interior? ¿Somos lo que pensamos, o somos aquello que permanece a pesar de nuestros pensamientos?

    ResponderEliminar

  5. • ¡Ya lo entiendo!, no puedo hacer cosas malas porque entonces soy malo, ¿no?
    Si le digo que esta silla tiene cuatro patas, para usted sería difícil rebatir que eso es mentira, porque es un detalle bastante objetivo, sin embargo si le digo que esta silla no me parece una buena silla estaríamos hablando de otro tema, ya que se pierde bastante objetividad, lo que yo pueda considerar bueno no tiene por qué considerarlo usted. Por esto, ¿cómo podríamos decir si usted es bueno o malo?

    •Si puedo actuar sin seguir mis emociones o pensamientos, dejo de ser yo mismo.
    Sus pensamientos han cambiado a lo largo de toda su vida, sin embargo usted ha estado ahí siempre. Con 11 años pensaría distinto a como piensa ahora y usted sabe que estaba ahí, que no era otra persona, tal vez ese “yo mismo” no tenga tanto que ver con lo que piensa, ¿no cree?

    •Entonces tengo que pensar que soy bueno para ser bueno, ¿es así?
    Si esto fuera así, ahora mismo podría decirle que pensara que es racista y por ese hecho, empezaría a serlo.

    ResponderEliminar
  6. - ¡Ya lo entiendo!, no puedo hacer cosas malas porque entonces soy malo, ¿no?

    Terapeuta: ...Entonces, si así fuera, toda persona sería de una forma estática definida tan solo por sus actos y lo que hace en un momento dado,¿no?...Pero, todo el mundo actúa siempre igual? Según esto, las personas seríamos siempre iguales, no evolucionaríamos, debido a que "Somos X" si nos "comportamos como X". Ante esto, ¿tu puedes actuar diferente aunque tu historia sea la que es?... Bien, teniendo esto en cuenta actuar de cierta manera en alguna situación concreta no hace que seamos de una determinada manera,simplemente quizá podríamos decir “me he comportado así en esta ocasión”.

    - Si puedo actuar sin seguir mis emociones o pensamientos, dejo de ser yo mismo.

    Terapeuta: ¿crees que actuar, por ejemplo, en un momento en el que sentimos un gran enfado hace que seas “tú mismo”?... En ese caso,¿no podrías ser más esa sensación / emoción de ira/enfado? Imagina algún momento de gran irritación y enfado que hayas tenido. ¿Como has actuado en ese momento?... Ahora imagina otra situación en la que hayas también sentido un gran enfado, pero en esta ocasión has sentido esa sensación pero has actuado poco después, sin enredarte en ella...cuando ya no te has sentido tan irritado. En ambas ocasiones,eras tu la misma persona,¿no?

    - Entonces tengo que pensar que soy bueno para ser bueno, ¿es así?

    Terapeuta: Recuerda cosas que hayas pensado y quisieras hacer...¿has hecho todo eso tal como lo has pensado?...¿El hecho de pensarlo te ha hecho hacerlo? Más bien se trata de pasar a la acción, hacer y no etiquetar aquello que pensamos en bueno o malo...simplemente si se trata de algo valioso para nosotros hagámoslo.

    ResponderEliminar